viernes, julio 18, 2008

Admiral Graf Spee

El Admiral Graf Spee era un acorazado de bolsillo clase Deutschland (a la que pertenecían también los buques Admiral Scheer y Lützow) que integró la Marina de Guerra alemana (Kriegsmarine) durante la segunda guerra mundial. El objetivo principal de estos buques era la guerra de superficie contra el tráfico comercial entre el Atlántico sur y el Índico, donde el Graf Spee consiguió un notable éxito hundiendo hasta nueve vapores entre el 30 de Septiembre y el 7 de Diciembre de 1939.

Enfrentándose a las limitaciones internacionales a las que fue sometida Alemania tras la primera guerra mundial, este tipo de acorazados surgieron como fruto del ingenio con la máxima de no quebrantar la prohibición de construir barcos de más de 10000 toneladas. Para ello evolucionaron sus construcciones con elementos tan aparentemente insignificantes como sustituir el uso de remaches por soldaduras, lo que, junto a la investigación y uso de nuevas aleaciones, aligeraba considerablemente los buques. También el empleo de motores diesel los dotaba de una velocidad y alcance difíciles de imitar en una época en la que todavía imperaba el vapor. Su capacidad destructiva, además, se vería aumentada con la presencia masiva de artillería pesada, lo que convertía a este tipo de navío en un peligroso y escurridizo adversario.

Las órdenes del Graf Spee al zarpar fueron las siguientes:
"Al romperse las hostilidades, proceder inmediatamente a la destrucción del tráfico mercante enemigo. Realizar frecuentes cambios de posición para engañar al adversario. Entrar en combate con los barcos de guerra enemigos sólo si es indispensable. El Graf Spee deberá comportarse como nave corsaria. Podrá camuflarse, cambiar de nombre y bandera. No deberá tocar en ningún puerto, enemigo o neutral. Podrá proveerse de combustible, municiones y víveres en la nave auxiliar Altmark, que le esperará en puntos establecidos."

Así, ayudándose en ocasiones de cambiar su bandera e incluso pintar la nave para parecer un buque mercante francés, logró confundir a más de un navío enemigo desde el inicio de su misión en septiembre de 1939, de manera que en los casi 100 días de navegación de combate, el Graff Spee hundió cerca de 50000 toneladas de buques mercantes. Sin embargo, el 13 de diciembre fue interceptado a unas 280 millas de Punta del Este, Uruguay, por los cruceros ingleses
Ajax y Achilles y el crucero pesado Exeter, buques fletados con la misión de darle captura. A partir de aquí se desarrollaría lo que en historia se ha dado a conocer como la Batalla del Río de la Plata, y que daría como resultado la última gran aventura del navío alemán.


El Graf Spee disparó sus cañones de 280mm contra los enemigos y en apenas una hora propinó siete impactos al Exeter, que se vió obligado a abandonar la lucha y dirigirse hacia las Malvinas en pésimo estado. En lugar de darle caza al muribundo buque, el Graff Spee decidió encararse con el Ajax, cuyo poder destructivo quedó reducido a la mitad con tan solo dos impactos, además de perder sus mástiles y antenas, con lo que hubo de darse también en retirada. El Graff Spee no persiguió al Ajax tampoco, ya que sus órdenes era no atacar a navios militares más allá de la propia defensa.

Tras la batalla, el Graff Spee se dirigió al puerto de Montevideo para reparar sus daños. Aunque Uruguay era un país que se mostraba como neutral, los contactos de los británicos ayudaron a que no se le diera el cobijo adecuado, ante lo cual se produjo una situación de estancamiento. El almirantazgo inglés aprovechó esta jugada ordenando el desplazamiento hacia la zona del portaviones Ark Royal, el crucero de batalla Renown además de tres cruceros y tres destructores. Aunque dichos navíos no podían llegar a tiempo y no era posible retener al Graf Spee en puerto, los británicos optaron por el engaño, haciendo creer al ejército alemán que Montevideo estaba sitiada por innumerables buques de combate.

El 17 de Diciembre, sintiéndose irremediablemente atrapado, el capitán del Graff Spee dejó en tierra a la mayoría de la tripulación y llevó el buque a unas millas de la ciudad, donde lo dinamitó y hundió, lo que supuso una vana victoria para los ingleses antes de que se decidieran a atacarle.

El capitán del Graf Spee, Hans Langsdorff, fue siempre un oficial áltamente respetado por cumplir escrupulosamente con los derechos internacionales, ya que en sus ataques ningún marino británico perdió la vida, haciéndose siempre cargo de todo hombre que quedase en agua. Tras lograr el hundimiento del Graf Spee, regresó a Buenos Aires y, en un último acto de honor, se suicidó por orden de Hitler el 20 de diciembre de 1939.

Por último comentar que en Montevideo hubo un proyecto de reflotación en el 2003 del Graff Spee y que sobre la Batalla del Río de la Plata se llegó a rodar una película británica en 1956 titulada The Battle of the River Plate, que no he visto pero por si alguien tiene curiosidad.

Recursos:
Graff Spee website
Admiral Graff Spee en Wikipedia
Archivos de Kriegsmarine en Portal Militar