viernes, abril 04, 2008

Crónicas de robots

Hace un par de días publiqué un artículo sobre el Ciclo de Trantor de Isaac Asimov en el que listaba las obras que lo componen y un breve resumen del argumento de algunas ellas. Comentaba también que entonces estaba leyendo Un gijarro en el cielo, novela que terminé en apenas 4 días dada su fluida narrativa e intrigante argumento y tomé una curiosa decisión respecto a qué libro leer a continuación.

Según la guía de mi post anterior, el siguiente libro debería ser
Preludio a la Fundación, donde por fin empezaría a sumergirme en la parte más densa del complejo universo de la saga. Sin embargo he optado por hacer un pequeño interludio (tras leer 4 volúmenes/7 novelas en apenas tres meses) y decantarme por algo más ligero, ya que me encuentro flanqueado por proyectos laborales que necesitan de una atención más intensa ahora y no debo dejarme llevar por la ira del ocio.


Crónicas de robots es el primer volumen de la colección de diez tomos que estoy leyendo (*) sobre la mencionada saga del Ciclo de Trantor y, por supuesto fue el primero que leí, pero hace mucho, mucho tiempo. Tanto que apenas recuerdo algo más que destellos de algunas de las historias que recopila. Cuando decidí empezar a leerme esta saga a principios de año me salté este primer libro porque estaba impaciente por meterme de lleno en la obra gruesa, de manera que comencé con Bóvedas de acero (que viene en el mismo volumen junto con El sol desnudo y dos relatos cortos muy interesantes que ya comentaré otro día). Después de esto, fuí lógicamente incapaz de evitar continuar las andanzas de Elijah Baley y su compañero Daneel en la siguiente historia Los robots de Aurora para pasar después al tomo Robots e Imperio. Mi intención es hacer con el tiempo una reseña de cada una de estas novelas, empezando en breve con el más reciente volumen (Tríptico del Imperio), pero eso será material para otros posts.


Lo que quería ilustrar en el presente artículo es la lista de cuentos que contiene este volumen que, a diferencia de lo que se mencionaba en la guía de lectura, parece aglutinar sólo unas cuantas de las historias allí mencionadas (y divididas en dos volúmenes distintos). Esto es lo que contiene mi libro:

  1. Los primeros robots
    1. Robbie
    2. El robot AL-76 se ha extraviado
  2. Powell y Donovan
    1. Círculo vicioso
    2. Razón
    3. Atrapa esa liebre
  3. Susan Calvin (I)
    1. ¡Embustero!
    2. Satisfacción garantizada
    3. Lenny
  4. La base Hiper
    1. El robot perdido
    2. Riesgo
    3. La fuga
  5. Susan Calvin (II)
    1. Evidencia
    2. Esclavo en galeras
    3. Sueños de robot
    4. El conflicto evitable
    5. Intuición femenina
  6. Normalización de los robots
    1. El mejor amigo de un muchacho
    2. Unos versitos sin importancia
    3. Navidades sin Rodney
    4. El hermano pequeño
    5. ¡Qué pena!
  7. Hombres y robots
    1. El incidente del tricentenario
    2. ¿Qué es el hombre?
    3. El hombre del bicentenario
Como se puede apreciar por este extracto del índice, este volumen reune sólo 24 historias, mientras que en los dos libros señalados en la guía de lectura se recogía un total de 58 historias. Me he propuesto averiguar cuáles son las que me faltan, cuáles las editadas originalmente y cuáles las que recogidas en ediciones en castellano, y leerlas si consigo tener acceso a ellas. En cualquier caso, por lo pronto, empezaré a leer lo que tengo entre manos...


(*) Edición que publicó El Círculo de Lectores allá por el año 93, poco después del fallecimiento de Asimov. Sin ser nada del otro mundo, tiene para mi un valor muy especial y la considero un lujo dada la atención que ha recibido la obra de este buen hombre por parte de las editoriales de este país, limitada en su mayoría a ediciones de bolsillo.

2 comentarios:

v dijo...

Gracias por esta guía de lectura, me resultará muy útil. Espero que pronto comentes tus lecturas.
un saludo

Unknown dijo...

Al sumergirse en este pequeño cuento, cabe resaltar la gran simpatía que tenía Isaac Asimov para hacer que el lector se involucrara en lo que estaba diciendo. Desde que comienza el cuento hasta que termina, siempre brinda un gran escenario, detallando cada situación con tanta precisión que es posible imaginárselo y recrearlo como si fuera una película. Este cuento comienza a autocuestionarnos del porque está sucediendo cada acontecimiento y nos mantiene con esa incertidumbre de si es posible responder a las preguntas que están surgiendo, pero en este caso, este corto cuento nos deja con muchas preguntas.

Es muy curioso imaginarse que un robot que está delegado para cumplir cierta tarea en la luna se encuentre desubicado en la tierra, ya que de seis robots que estaban asignados a cumplir una misión en la luna, en particular uno, se sale de contexto y da paso a crear una aventura. Cuando el robot se encuentra desorientado lo primero que hace es preguntarse por qué no se encuentra en el lugar donde se le había sido asignado al momento de ser programado y es válido, ya que cualquier persona cuando se encuentra en un lugar que no conoce lo primero que hace es cuestionarse y buscar ayuda, que es lo que hace este robot llamado Al-76. A pesar de ser un robot pacífico ante la sociedad, en ese momento era considerado un “monstruo” algo anormal, pues no es muy común encontrarse en la calle a un robot que te hable y por lo tanto la primera reacción de las personas es buscar protección, hasta tal punto de atentar contra Al-76.

Cuando Al-76 por fin encuentra a una persona que lo escucha llamada Payne una persona normal que vivía en una cabaña con su esposa, se da cuenta que es momento de proceder con la tarea que se le había sido asignada, la cual necesitaba de diferentes dispositivos electrónicos para hacerla realidad, por lo que Payne disponía de estas herramientas, ya que, él era una persona amante de recolectar electrodomésticos. En el transcurso en el que Al-76 trabaja en el “disinto” un amigo de Payne reúne a toda la gente del condado de Hannaford que sepa disparar para matar a Al-76, ya que lo consideraban una amenaza. Cuando Al-76 está apunto de activar la máquina que había creado, la multitud esta apunto de dispararle y en ese momento sucede algo fuera de lo normal y no se sabe cuál es el final, por lo tanto, permite darle el final que se desee, logrando con esto que el lector cree su propio final a su imaginación.
«El aspecto más triste de la vida en este preciso momento es que la ciencia reúne el conocimiento más rápido de lo que la sociedad reúne la sabiduría». Isaac Asimov